Observar y compartir espacio con tortugas marinas sin duda alguna puede ser uno de los espectáculos más bellos que la naturaleza puede ofrecer.
Esta vez tuvimos la suerte de observar a dos especies de tortugas marinas compartiendo el mismo espacio.
El individuo que presenta balanos (peuqeños crustáceos marinos que se pueden ver en el video como marcas blancas en el caparazón) es una tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) y actualmente es la especie de tortuga marina más abundante en el mundo.
En el Pacífico mexicano su temporada de mayor anidación es de junio a noviembre, pero actualmente se le puede ver durante todo el año.
El otro individuo que logramos observar se trata de una Tortuga prieta (Chelonia agassizii), ésta es una especie de tortuga de la familia Cheloniidae, considerada por diversos autores como una subespecie o incluso un sinónimo de tortuga verde (Chelonia mydas), estas controversias taxonómicas son comunes y en otro artículo discutimos este tema en paritcular. La temporada de anidación de la tortuga prieta en el Pacífico se lleva a cabo entre los meses de agosto y enero.
Según las características que presentan los dos individuos que observamos podemos identificar que son hembras adultas, debido a que los machos maduros poseen colas visiblemente más gruesas y largas además, en las aletas poseen garras más pronunciadas y curvas, esto es para poder sujetar a las hembras durante la cópula.
Observar tortugas marinas nos refiere a un buen estado de salud del ecosistema marino tanto en temas de calidad del agua y cantidad de nutrientes como en el bienestar de diversas especies que se benefician de ellas ya que elas tortugas marinas se conocen como "especies sombrilla", esto quiere decir que su presencia o estado poblacional afecta directamente a otras especies de fauna y flora.
Las tortugas marinas son una pieza fundamental en el ecosistema, principalmente en la cadena alimenticia, consumiendo gran diversidad de especies de flora y fauna, ocupándose así de regular sus poblaciones y aportando materia orgánica que resulta en fuente de energía al ser alimento de sus depredadores naturales, o al sufrir procesos de descomposición cuando mueren.
Las tortugas marinas también tienen una influencia positiva fuera del agua, los huevos no eclosionados y las propias cáscaras proporcionan nutrientes importantes que nutren la vegetación, como los pastos de playa que ayudan a prevenir la erosión costera. Además fungen como un refugio y vehículo para muchas especies de menor tamaño como peces, crustáceos o algas que las acompañan durante sus largas migraciones y de esta manera se distribuyen a lo largo de diferentes ecosistemas.
Existen 7 especies de tortugas marinas en el mundo y México es hogar de 6 de estas especies.
Especies de tortugas marinas en México:
-Tortuga lora (Lepidochelys kempii) La única especie que no se encuentra en México:
Especies de tortugas marinas en Bahía de banderas.
-Tortuga prieta (Chelonia agassizii)
-Tortuga golfina (Lepidochelys olivácea)
-Tortuga de carey (Eretmochelys imbricata)
-Tortuga laúd (Dermochelys coriacea)
La bahía de Banderas es una bahía profunda y natural en la costa del océano Pacífico, entre Jalisco y Nayarit. Es parte de la Riviera Nayarit, en México.
Esta bahía alberga a 4 de las especies que se distribuyen en México y es común observarlas en diferentes áreas ya sea descansando, alimentándose, copulando o anidando.
También es común que algunas playas cuentan con campamentos tortugueros en dónde velan y cuidan los nidos que las tortugas año con año hacen en las mismas playas en las que ellas nacieron, éste es un interesante comportamiento llamado "Filopatria" , esta "coincidencia" ha hecho muy fácil el acceso del hombre a los territorios de las tortugas, por lo que durante mucho tiempo el tráfico ilegal ha representado una verdadera amenza para distinas especies de tortugas marinas al rededor del mundo, por lo tanto la labor de los campamentos tortugeros es funamental para la recuperación de las poblaciones de cada especie.
Gracias a los campamentos tortugueros, una actividad nociva como el saqueo de huevos y ejemplares, se ha convertido en una actividad de educación ambiental. En diferentes meses, durante todo el año, existen actividades de "liberación de tortugas", en dónde personas de todas las edades con interés en el tema pueden participar. Etas tortuguitas, después de ser resguardadas en sus huevos por un periodo aproximado de entre 40 y 80 días (según la especie), están listas para adentrarse en el mar para continuar con su ciclo de vida en el agua.
El impacto de esta actividad no solo regula el problema del tráfico de huevos si no que genera un cambio en la perspectiva de las personas sobre los de nuestro planeta. Vivir una experiencia directa con estos seres animales que coexiten con nosotros y que esa interacción sea positiva, abre las puertas la posibilidad de que muchas personas, sobre todo, jóvenes eligan tener una relación más armoniosa con nuestro planeta.
Tener la oportunidad de convivir con diferentes especies de tortugas marinas en un mismo espacio es un verdadero regalo, si tú también quieres vivir una experiencia como ésta en #PuertoVallarta, no dudes en ser parte de @nuevatierramx #turismoresponsable
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